Los burgaleses perdieron en  semifinales ante los organizadores y posteriores campeones, Covirán Churriana Inclusivo.

En el partido por el tercer y cuarto puesto, vencieron a Costa Daurada tras una espectacular remontada en los últimos minutos.

Llegaba Servigest Burgos a la fase de ascenso sin ningún tipo de presión para enfrentarse a uno de los favoritos al título, como luego refrendó con un gran campeonato. Covirán Churriana Inclusivo demostró que se había preparado a fondo para la gran ocasión y no dio lugar en la semifinal a ningún tipo de duda. El 12 a 2 que mostraba el marcador a los siete minutos del encuentro marcó el devenir del confrontamiento. Los burgaleses lo intentaban con todas sus fuerzas, pero la fortaleza local impedía ningún atisbo de acercamiento, 28 a 10 en el minuto dieciséis. 

La segunda parte se mantuvo en la misma línea, mucha lucha pero sin acierto por parte de Servigest, y una gran solidez y buen juego por parte local, como muestra el 44 a 27 a falta de once minutos para el final del partido, con lo que el encuentro concluyó con una merecida victoria granadina por 55 a 42.

COVIRAN CHURRIANA INCLUSIVO 55:

Alonso (9), Giménez (2), García (10), Sánchez (6) y Ayllón (6)  –cinco inicial-  Fernández (11),  Márquez (11),  Beiro (-), Betanzos (-), Rodríguez (-), Torres, M. (-) y Torres, I. (-) 

SERVIGEST BURGOS B 42: 

Barreda (8), Mario (7), Miguel (2), Fuentes () y Manu (19)  -cinco inicial-   Alvar (-),  Sevilla (-), Llorente (6) y  Dani (-) 

Parciales: 15-8; 15-8 (30-16); 14-14 (44-30); 11-12 (55-42)

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Los burgaleses tuvieron que jugar la final de consolación contra el Costa Daurada, de Reus, con el resultado de victoria castellana por 49 a 51. Y eso que el partido pintaba mal para el Servigest que, prácticamente, fue por detrás treinta y nueve minutos del partido. Los catalanes parecían tener todo bajo control, amparados en el magnífico juego del ex burgalesista Dieng, pero un parcial de 0 a 13 en los últimos cinco minutos llevó al Servigest a ocupar la tercera plaza final.

Con esto el filial burgalés da por finalizada una temporada que solo se puede calificar de sobresaliente. Ahora tendrá que esperar a la siguiente con el deseo de que se pueda disputar una temporada “normal”, sin los múltiples avatares que han ido acaeciendo a lo largo de este año.